Desarrollo conjunto de tecnología

acuerdo-desarrollo-tecnologia

Los Acuerdos de Desarrollo Conjunto de Tecnología (Joint Development Agreements) miran al futuro. En el mundo tecnológico es común adentrarse en nuevas investigaciones día a día, lo uno lleva a lo otro. Sin embargo, repentinamente, surgen resultados y nuevas investigaciones. Muchas veces estas situaciones surgen con varias partes trabajando en un mismo proyecto. Como presente es fundamental que todo fluya. El problema se puede plantear a futuro ¿quién y cómo puede utilizar esta nueva creación?

Opción 1: Es más cómodo no meter abogados en el proceso creativo porque pueden quitarnos la espontaneidad.
En el presente, eso es cierto. Si uno mira al futuro, quizá no tanto.

Opción 2: Si hay un logro, llamar tarde a un abogado puede implicar que se generen conflictos inesperados.
También es cierto. La básica aquí va a ser ¿qué es tuyo y qué es mío?

1.    LA PROPIEDAD PRIVATIVA.

a) Con protección.

En las creaciones intelectuales y propiedades industriales hay acceso a una protección. Muchas veces, ante un desarrollo conjunto de tecnología hay partes que aportan sus conocimientos, protegidos, para el desarrollo de otra nueva tecnología. El resultado de ese proceso de desarrollo conjunto no les corresponderá en propiedad por la mera protección anterior de su aportación, pero podrán defender que no se pueda utilizar sin su consentimiento lo que es propio suyo (lo protegido).

b) Sin protección.

Si la parte que aporta conocimientos no los tiene protegidos será muy difícil demostrar qué aportó al proceso de desarrollo tecnológico. Podrá tener una protección del resultado común en base a un sistema probatorio complejo.

2.    LOS DESARROLLOS.

a) Conjuntos.

Las partes pueden desarrollar conjuntamente nuevas tecnologías en base a sus previos conocimientos. El resultado puede ser un conjunto de la aportación de ambas partes que no se pueda escindir. Ambas partes aportaron mucho en el resultado final. Es importante deslindar gastos incurridos y medios aportados.

b) Privativos.

Sin embargo, no es desdeñable la cantidad de veces que una de las partes no aporta nada al proceso de creación, porque no puso los medios o porque sus medios finalmente no aportaron nada. En ese caso, el proceso creativo y el resultado deberían pertenecer a una de las partes en exclusiva.

3.    LA PROPIEDAD CONJUNTA.

Los acuerdos de desarrollo conjunto de tecnología contemplan distintos aspectos, desde quién es propietario de qué, a cómo se hizo o a cómo utilizar el resultado.

a) La titularidad.

Si acudimos al derecho de familia, decir esos ojos son míos pero la sonrisa es de tu familia, no aporta mucho. La titularidad es compartida.
Ante esta situación, hay que reconocer una titularidad compartida y sin porcentajes.

b) Utilización.

En este aspecto, sí caben más pactos. Si una de las partes puso la médula para la creación del resultado, parece razonable que se lleve un porcentaje mayor de los rendimientos de la creación. Por el bien del proyecto y del resultado parece importante que se repartan los resultados y su utilización entre las partes en función de su aportación. Cuánto antes se haga esta diferenciación, mejor.

c) Duración de los pactos sobre la creación conjunta.

Sin perjuicio de la normativa sobre la propiedad industrial o intelectual, las partes pueden pactar que sus acuerdos tengan una duración determinada, en función del producto o servicio.

4.    EL ACUERDO DE DESARROLLO CONJUNTO DE TECNOLOGÍA. CONCLUSIONES.

a) Cuándo pactarlo.

Como hemos comentado anteriormente, da pereza pactarlo antes de obtener resultados porque no ayuda a la creatividad, sin embargo es peligroso no tenerlo firmado. Nuestra recomendación es no ser perezosos y firmarlo al comenzar la colaboración.

b) Pactos básicos de este acuerdo.

Los aspectos principales de este acuerdo de desarrollo conjunto de tecnología son: qué es tuyo y qué es mío al inicio, quién aporta qué, quién paga los gastos y cómo explotaremos el resultado.

Os adjuntamos podcast sobre esta materia, disponible en youtube.